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jueves, 22 de septiembre de 2011

Scat, oro parece, plata no es.

                         Lo único que recuerdo de aquel marido es que además de ser de pueblo, follaba fatal, lo poco bueno que tenía (y lo digo haciendo un gran esfuerzo por recordar) es el tiempo que pásabamos en una casa de campo que tenia su familia, donde, transcurria mi verano, cual pastorcilla, correteando por los montes y cultivando cosas de las que ya no recuerdo ni el nombre.

                      Tenían en la falda de abajo de su casa una plantación de higueras, yo, por aquel entonces, era feliz madrugando para recoger aquellos frutos y como si fuese un hada de los bosques corria de árbol en árbol recogiendo higos (aunque visto con la perspectiva del tiempo más que un hada, un elfo o cualquier cosa que haya reptado por la tierra media, parecia un yonky que salía de space justo al cierre) pero yo, aún así, era feliz (aún follando mal y haciendo de temporero, fijaté si me conformo con poco).

                        Un día recogiendo higos con mi familia política, descubrí al lado de una tapia en ruinas un montón de bolas negras del tamaño de una nuez y con un aspecto repugnante, yo, que queria demostrarles a todos como este urbanita habia aprendido sobre frutas y flores, me acerqué a ellas y pensando que eran unas fabulosas trufas, pensé: las voy a recoger todas y les voy a demostrar a estos paletos que si, que soy una pija, que quizas sea una golfa pero que lo suyo no tiene ningún mérito, porque, una persona como yo, que solo ha visto el campo en fotos y además pocas veces era capaz de encontrar, diferenciar y recoger un cesto de costosas trufas, así que las recogi todas con mis manos, como si yo fuese un orfebre y aquellas bolas asquerosas zafiros y con cara de entendido le dije a mi suegra:



                       -Querida ,¿Has visto que trufas más fabulosas acabo de encontrar? y... sobre todo, ¿Has visto que aroma mas penetrante desprenden?- Mi suegra que siempre pensó que lo más que yo sabía hacer era arreglarme las uñas y comprar ropa cara, me miro como si llevase el cesto lleno de fetos humanos putrefactos y me dijo:

                         -¿Trufas?, que coño trufas, si aquí no hay de eso- Yo la mire con cara de idiota, la misma que pone alguien que no tiene ni puta idea (en este caso de trufas) y ha intentado parecer un experto.

                         -¿Cómo que no son trufas?-dije yo- has visto que aroma desprenden- cogí una, la machaque con mi mano, he intenté acercarsela a la cara para que ella disfrutara del olor de aquel manjar que seguramente jamás habría probado, mi suegra me miro como si se acabara de encontrar a falete con un traje de neopreno, tocando un arpa debajo de alguna de aquellas centenarias higueras y me dijo:

                         -Pero niño, ¿De donde has cogido eso?-`me pregunto como si falete acabara de dejar el arpa para continuar hechandose cera hirviendo en los pezones.

                         -De allí, de aquella pared- dije apuntando con mi dedo lleno de restos de supuestas trufas hacia el lugar en donde las habia recogido.

                          -Pero si eso no son trufas, gilipollas, !!!!!ahí es donde se caga tio Antonio para hacer estiercol para la huerta¡¡¡¡, niño, ¿No te habrás llevado las manos a la voca?- Se me calló el mundo encima, era como si tio Antonio acabara de defecar encima mía , como si acabásemos de hacer una sesión de scat y lo peor, lo mas duro, (a parte de que ya jamás podría mirar a mi suegra a la cara ni darle lecciones de nada) es que mis reales manitas habían tocado los excrementos de alguien para el que, comer light eran callos de primero y fabada de segundo.

                          Recordar esto me ha hecho pensar mucho, bueno miento, solo me ha hecho pensar en una cosa (que estoy a dieta y no estoy para mucho hoy) y es en todo aquello que parece pero no es, en las operaciones de estética, en los autobronceadores pero aún más en moda y en las imitaciones por que para mi, aunque sea capaz de ir de tiendas en pijama y mas aún, aunque sea capaz de ir de tiendas en pijama y sobrio, cuando paso por la calle preciados y veo todas esas mantas llenas de bolsos, gafas y ropa interior me viene una sensacióm similar a cuando recogí las cacas de tio Antonio pensando que eran trufas, porque... ¿No es mejor tener poco pero bueno que mucho y malo?


                       

3 comentarios:

  1. Este me ha gustado un poquito menos buagggggg q asco!

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  2. Desde luego los hay finos... mira que darte asco algo tan natural!!!... je je... a mi me ha hecho gracia!... sin más...je je

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  3. pues imaginate lo que se me pudo pasar a mi por el cuerpo.....

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