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domingo, 11 de septiembre de 2011

El comienzo

A veces me pregunto por que he tardado tanto en escribir esto, por que han transcurrido tantos años hasta que he llegado a entender que ese fue el comienzo de mi vida tal y como la concibo a dia de hoy pero sin duda ni miedo a equivocarme este fue el dia que comenzo todo:
     

      Tenía billete en el primer tren de la mañana, creo que fue sobre las 6, he guardado hasta hace poco ese trozo de papel que a veces me devolvía al punto de partida, sera quizás por que dicen que el pasado es la única cosa muerta cuyo aroma es dulce pero me deshice de el, de su recuerdo y de todas las cosas que pudo representar para mi, llevaba tres maletas, no creo que jamás un equipaje haya llegado a pesar tanto, no tanto por lo que contenía si no por lo que representaba pero fue en ese momento, en ese tren en el que descubrí por primera vez las tiritas para la verdad, subí al vagon y una mujer mayor me miró fijamente, luego de arriba a abajo y me preguntó:

       -¿Te vas para siempre?- Le podía haber contestado que si, que huía para encontrarme a mi mismo, que allí atras no me quedaba nada ya pero pensé que aquella mujer jamás me comprendería y como tampoco tenía a nadie con quien compartirlo saqué fuerzas de flaqueza, sonreí y solo me limité a contestar antes de que apareciera el inevitable nudo en la garganta y mi sonrisa se tornara imposible:

        -No, me voy a estudiar al extrangero, a otra ciudad -  Pero... el dinero se acabó antes de lo previsto y no pudo ser, ahí, esa mañana y con esa desconocida fue la primera vez que descubri las tiritas para la verdad, en aquel tren, a esa hora, luego vinieron mas, muchas muchísimas más por que cuando la verdad no te gusta inventas una historia para sentirte mejor, quizás mas querido, quizas menos solo ¿Le importa a alguno de ustedes si sueño un poco? entonces es cuando aparece una vida que es mentira, llena de parches como los de esos tapices indios que venden en los mercadillos de artesanía y llega un punto que hasta tu mismo te la crees y empiezas a odiar gente por cosas que nunca hicieron pero eso no importa, es lo de menos por que realmente solo lo haces para evadirte un poco de la realidad y sentirte más comprendido.

          Agha siempre me lo decía cuando yo le confesaba que sentía como si la vida me pesara mucho:

          -Mi principe, la vida es como la fruta de la pasion, tiene momentos dulces, momentos amargos, algunos toques salados, otros picantes y muchas muchísimas tiritas.

   

4 comentarios:

  1. Eso no son tiritas, son sanguijuelas, y no curan ni tapan nada, acabarán por consumirte.

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    1. para nada, las tiritas son heridas de guerra y significan que he vivido, ya es mas de lo que puede decir mucha gente.

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    2. La herida de guerra es lo que hay debajo de esa 'tirita' y, a su manera, todo el mundo tiene. Lo que nos diferencia a unos de otros no son las heridas, sino la forma que tenemos de curarlas.

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    3. A mi ya no me quedan heridas.... y no necesito tiritas, no tengo que darle explicaciones y nadie y sobre todo.... mi vida es la consecuencia de mis actos, solo de los mios, no de otros.

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