Bye bye Amy.

                Se ha muerto la Tabernero (Amy Winehouse para las que sean muy finas o necesiten parecer lo que no son). Si, si, ya se que se murió hace tiempo pero a mi como que me ha costado asimilarlo.

                Ella, le hechó un pulso a su hígado, bueno,  a su hígado y a su pancreas, a sus pulmones, a sus riñones ,a su cerebro, a su corazon.... que al final terminó por perder ,a mi, personalmente ella (a la que nunca conocí aunque me hubiera encantado) me caía fenomenal por que drogas y desfases a parte demostró que una blanca puede cantar como una negra, que una heavy (de mente que no demente) puede llegar a ser icono de la moda y que una pseudo-pija del centro de londres, calzada con unos Melissa transparentes puede llegar a ser mas guarra que la pelos, tanto por estas, como por otras muchas cosas creo que podríamos encumbrar a nuestra querida celebrity a los altares al nivel de personalidades tales como el que inventó el cuadro de Burberry (del que soy adepto) o al que inventó la salsa big mac (de la que desgraciadamente soy adicto), ella hizo toda su vida lo que le salio de su real coño y digo coño en el sentido mas estricto de la palabra, lo digo con toda esta certeza por que creo que junto conmigo es la única persona que se ha dormido en la calle del pedo tan monumental que llevaba y le ha importado tres cojones lo que opinen los demás, pero... sinceramente y aunque no me quepa duda de que se lo pasó salvajemente bien, creo que no fue feliz por que generalmente cuando ya lo tienes todo: Consigues que la gente gire la cabeza al cruzarse contigo, cuando tu armario esta lleno de reconocidas firmas y consigues el cuerpo que querías aparecen otras necesidades, necesidades mucho más dificiles de conseguir y que desde luego no se obtienen con un vestuario de estrella de Hollywood o una cara bonita, por que..... para los que no lo sepan y solo se hayan fijado en lo bueno, Amy se murió sola, en su casa, harta de todo, encoñada de un novio problemático y seguramente pensando mientras la vida se le escapaba encima de su fabulosa alfombra.... que de que cojones había servido todo aquello si estaba allí sola, tirada rodeada de todo lo que mucha gente ansía tener pero sin nadie que le preguntase: ¿Tía, seguro que no te pasa nada? y... es que sinceramente y por regla general: demasiado, nunca es suficiente.