Familia Vs familia, el matrimonio gay.

                  Mi profesor de autoescuela me odia, seguramente piensa que debo tener el mismo coeficiente intelectual que un pañal usado despues de haberme presentado 6 veces al práctico del carnet de conducir sin aprobar ni acercarme siquiera al deficiente, probablemente mis padres también piensan lo mismo, por que, según ellos "No tengo ni oficio ni beneficio" y es que para que todos fuesemos (aunque solo sea en teoría) una familia feliz, yo debería, y cito textualmente: "Llevar una vida austera y de estudio" vamos, traducido al castellano: que como soy la puta oveja rosa de mi jodida familia no piensan gastarse un euro en mi, será por todo eso, por lo que, despues de una esmerada educación cristiana y del Opus Dei no crea yo en la familia y menos aún (despues de todo lo visto) en el matrimonio y menos aún en el matrimonio heterosexual, por que.... aunque la santisisisísima madre iglesia se empeñe en echarnos tierra encima, llegamos a formar parejas bastante mas consolidadas y si no consolidadas mas sinceras y desde luego mas leales; nosotros aceptamos por ejemplo, las parejas abiertas, los heteros no, pero raro es el caso (hablando de heterosexuales) en el que uno de los dos no acaba con cara de idiota tragandose sus cuernos, somos , desde luego, mucho más independientes y es que por lo general trabajamos los dos y no suele darse el caso de que viva uno del otro (aunque a mi me parece genial quien quiera ser maruja, a mi, personalmente me encantaría esperar en casa cocinando a un marido guapo que me regale brillantes y visones cual reportaje de HOLA pero.... mientras tanto toca madrugar).

                           Así que yo, despues de darme cuenta que para mis padres es más importante el nivel pluviométrico de las Antillas Menores que yo mismo decidí que me diseñaria mi propia familia, como quien va a Armani a hacerse el traje de su vida, así que... como primer paso opté por borrar el típico mamá móvil de mi teléfono y cambiarlo por su nombre de pila mas la citada palabra (a parte de otras muchas medidas más realistas con nuestra situación y que me guardo para mi).

                          Seguramente mi profesor de autoescuela, además de pensar que tengo menos sentido de la orientación que una cigala congelada en el cajón de mear de un gato, piense, también que soy una malísima persona por no estar dispuesto a tragarme dobladas todas esas miserias que nos enseñan desde pequeños a digerir en cuanto a la familia y ahora, despues de esta profunda reflexión, me gustaría preguntarle al Papa despues de su reciente visita: Santidad, sin ningun tipo de acritud y con todo mi respeto: ¿Qué cojones opina usted de esto?

                         P.D. La familia empieza por uno mismo y me gustaria recordarle a la señora Ana Botella que yo no soy ni una pera ni una manzana, pero que si igual ella se mirase en un espejo y no se rompe antes, claro esta, igual descubre un cardo borriquero.